RITUALES SEXUALES: Masturbación sagrada

Como alimento de los dioses la sangre fecunda la tierra y la materia primordial del grano, e igualmente fértil es la simiente vertida por los hombres. Desde esta perspectiva puede abordarse el tema de la masturbación ritual masculina.

Para hablar de ritos sexuales es necesario comprender la idea general que estos tenían de su sexualidad, sobre todo en lo referente a los términos con los que se referian a sus genitales. Asi por ejemplo para referirse a los testículos recurrían al término k´u que hace una comparacion entre las gónadas masculinas y el vello púbico con los huevos de un ave protegidos por el nido ( k´u´ ); de hecho existe una pieza de madera — extraido por Thompson del cenote de Chichen Itza — que se cree que es un consolador con la forma de un ave posada en un nido con una enorme cola que toma la forma de falo humano. Por otro lado el término para pene y escroto se han podido decifrar de los glifos que se leen como la palabra aat, aun cuando suelen aparecer en textos que no se refieren a sexo. Entre los mayas yuacatecos se utiliza el término keep o sus sinónimos toon o xiibil para denominar al pene; u pool keep, para señalar al balano o glande. E’el keep  o “testículos o compañones”, jool keep “hendidura del glande.” La voz chíim “bolsa” o “buche” significa también “escroto”, por la semejanza física de los dos objetos. Sin embargo se desconocen términos para  denominar a los órganos internos. El semen ha recibido diferentes denominaciones a lo largo de la historia, algunas de ellas en lenguaje metafórico. En la actualidad solamente se usa u sa’il keep “el atole del pene” o u k’aabil toon “el jugo del pene” y, ocasionalmente, se emplea la expresión u leecheil keep es decir “la leche del pene.” Debe mencionarse que tanto keep como toon se consideran en la actualidad vocablos indecentes.

Muchas representaciones de cautivos los muestran desnudos recalcando sus penes de enormes dimensiones, lo que los señala como aberrantes fenómenos de la naturaleza, es quizá pues esta la intensión de mostrar sus exageradas anatomías. De esto podemos citar como ejemplo el monumento 65 de Kaminaljuyú en Guatemala, y la estela 1 de Dos Caobas, Chiapas, México.

En los  murales de San Bartolo se puede apreciar una escena del Dios del Maíz Hun Ye Nal atravieza su pene mediante un enorme punzón, provocando  así que un abundante chorro de sangre brote de su miembro viril. Muchos de estos rituales eran imitados por la nobleza en ceremonias muy especiales como el término de un ciclo de tiempo, el nacimiento del heredero al trono o la muerte del monarca en turno. La sangre y el semen de los dioses vertidas a la tierra como lluvia fertilizaría las entrañas de la madre tierra para que alimentace a los hombres con el fruto de su preñez.

Existe en la sala del posclásico tardío del museo de antropología de Guatemala una escultura procedente de la costa sur de un metro de alto que representa a un individuo sosteniendo su enorme falo en actitud de masturbarse. Dicha pieza estuvo durante muchos años confinada a los sótanos del museo por considerarse "indecente" y que debía mantenerse apartado de los ojos del público. Esta escultura esta estrechamente relacionada con los ritos de fertilidad sobre todo los relacionados con los aspectos agrícolas y los rituales propiciatorios de las lluvias que fertilizasen la semilla sembrada en las milpas, de manera tal que si los hombres ofrendaban su sangre y su semilla viril, asi corresponderian los dioses mandando abundantes lluvias que fertilizaran los campos.

De alli que mientras unos ofrecían de su preciada sangre punzándose el pene mediante una espina de mantarraya o de maguey, otros ofrendaban su semen para simbolizar la fertilización de la tierra. Otras piezas menos conocidas han sido encontradas en la Isla de Jaina ( k654 ) y se puede apreciar como un personaje con la cabeza cubierta, sostiene en su brazo derecho una especie de pergaminos o quizá sus ofrendas, mientras que con la derecha sostiene su pene sacandolo de entre su taparrabo en actitud de masturbarse; de hecho su rictus facial deja ver claramente que esta experimentando un orgasmo.

En la península de Yucatán sobre todo en el área norte donde las lluvias no son tan abundantes como en las tierras altas y el Petén y no existen rios superficiales que abastescan de agua a los pobladores, el agua era un don muy apreciado, de alli que construyeran xultunes o algibes para almacenar agua lluvia, los cuales se abastecian de por medio de desniveles o canales en las plazas. En algunas construcciones de Uxmal, se pueden apreciar algunas gargolas faliformes por donde las azoteas descargaban el agua de lluvia, dejando ver claramente la comparación explicita entre este vital liquido con el semen humano, siendo que ambos cumplian la función de permitir la generación de la vida. En muchas ciudades mayas de la zona Puuc, es factible observar también enormes falos de piedra, ya sea adosados a edificios o bien como estelas enterradas en el suelo. Sus dimensiones son variadas y muestran claramente la anatomía masculina — glande, frenillo y meato urinario— dejando ver que no son representaciones burdas de mentes pervertidas, sino que poseen un carácter sagrado.  También se han encontrado piezas portátiles, aunque de dimensiones exageradas, lo cual permite suponer que se empleaban en los ritos de fertilidad.  Como dato curioso los mayas al igual que los antiguos judios y otros pueblos del viejo continente creían que el semen se producía y almacenaba en los huesos, confundiendo la médula como el origen del viril líquido, de alli que pensaban que en estos radicaba la fuerza de un hombre. La contraparte de estos rituales lo constituia la relación que le daban a las cuevas con la vagina, pero este tema lo abordare en otro articulo. In lakech Ah laken.

Fuente e imagenes 1 y 2 : revista arqueología mexicana volumen XVIII no. 104