EL CIELO EN UN PLATO
El arte maya es en muchos de los casos, sobre todo en lo referente al campo de la religiosidad y la cosmología de carácter simbólico rayando en lo fantastico. Tal es el caso de el plato de cerámica de procedencia desconocida, aunque por su esilo se le situa en Nakbé, Guatemala. De el miticos emergen de escenarios fantasticos tomando formas serpenteantes que simbolizan el árbol cósmico o ceiba sagrada ( wak chan) que conectaba la tierra con el lugar más sagrado del cielo, el Chanhel. En la base se puede observar a tres personajes dos de ellos volteados de cabeza, son los dioses del inframundo en su carácter de divinidades de la agricultura emergiendo de plantas acuáticas, sobre ellos se alzan las aguas primigenias de la creación ( ik naabnal) representados por una banda de líneas paralelas que dividen el mundo de los vivos y de los muertos. Dichas aguas estaban contenidas por las fauces del inframundo. Sobre estas se encuentra el dios Chaac cuyo brazo izquierdo y cabeza se transforman en el árbol cósmico mientras sostiene en le brazo derecho un hacha de piedra.
El árbol se divide en dos ramas, una de ellas tiene los rostros del dios del sol y de la lluvia, mientras que la otra queda rematada en una serpiente de fauces abiertas. Sobre estas ramas emerge un jaguar con una flor sobre su cabeza, en este caso simbolo del sol como dador de vida, sobre el y posado en la cúspide de la copa se encuentra itzamná la deidad creadora según los mayas en forma de ave mítica. Enmarcando toda esta escena aparecen las dos cabezas del mitico gigante cósmico bicéfalo, que no es otra sino la ecliptica, esa línea imaginaria por donde transitan el sol y los demás planetas en su aparente recorrido a lo largo de los años.
Comparando este plato con un mapa celeste actual las similitudes son asombrosas. Asi podemos observar como el árbol cósmico es en si la via láctea, que en la misma cosmovisión maya recibe el nombre de barca celeste comandada por los dioses creadores remero mantaraya y remero jaguar,que todas las noches y a lo largo del año se va "hunidiendo" de oriente a poniente. La ecliptica la atravieza dividiéndola en dos, en la parte superior queda en lo que hoy conocemos como la constelación de perseo, las fauces del inframundo o ik nal, que en si en la parte menos densa de estrellas de la vía láctea. Sobre ella queda la constelación del dragón que me atrevo a afirmar que no es otra sino Itzamná en su carácter de ave mítica. Debajo de la ecliptica se encuentra "el lugar de las tres piedras" es decir el cinturón de la constelación de Orión, que los dioses creadores pusieron en "el lugar del cielo acostado, es decir sobre el ecuador celeste, ya que esta línea pasa exactamente por la estrella Mintaka que los mayas denominaron Hurakan quien fue el encargado de crear y destruir a las dos razas cósmicas previas a los actuales "hombres y mujeres de maíz". Esta constelación para los mayas era Hunyenal o el dios del maíz tierno para los mayas, aquel que fue rescatado por los gemelos divinos Hunahpú e Ixbalanque dando conclusión a la obra de los dioses creadores.
En esta imagen infrarroja de puede apreciar la vía láctea y constelación de Orión atravezada por la línea del Ecuador Celeste que pasa ya muy cercana a la estrella de hurakan y que coincidirá con la misma en el año 2664, casualmente cuando la preseción de equinoccios nos lleve a celebrar la entrada de la primera primavera en la constelación de aquarius o Coz el halcón para los mayas. Dicen algunos que será una etapa de esplendor para toda la humanidad, esperemos que tengan la razón. In lakech Ah laken.
El árbol se divide en dos ramas, una de ellas tiene los rostros del dios del sol y de la lluvia, mientras que la otra queda rematada en una serpiente de fauces abiertas. Sobre estas ramas emerge un jaguar con una flor sobre su cabeza, en este caso simbolo del sol como dador de vida, sobre el y posado en la cúspide de la copa se encuentra itzamná la deidad creadora según los mayas en forma de ave mítica. Enmarcando toda esta escena aparecen las dos cabezas del mitico gigante cósmico bicéfalo, que no es otra sino la ecliptica, esa línea imaginaria por donde transitan el sol y los demás planetas en su aparente recorrido a lo largo de los años.
Comparando este plato con un mapa celeste actual las similitudes son asombrosas. Asi podemos observar como el árbol cósmico es en si la via láctea, que en la misma cosmovisión maya recibe el nombre de barca celeste comandada por los dioses creadores remero mantaraya y remero jaguar,que todas las noches y a lo largo del año se va "hunidiendo" de oriente a poniente. La ecliptica la atravieza dividiéndola en dos, en la parte superior queda en lo que hoy conocemos como la constelación de perseo, las fauces del inframundo o ik nal, que en si en la parte menos densa de estrellas de la vía láctea. Sobre ella queda la constelación del dragón que me atrevo a afirmar que no es otra sino Itzamná en su carácter de ave mítica. Debajo de la ecliptica se encuentra "el lugar de las tres piedras" es decir el cinturón de la constelación de Orión, que los dioses creadores pusieron en "el lugar del cielo acostado, es decir sobre el ecuador celeste, ya que esta línea pasa exactamente por la estrella Mintaka que los mayas denominaron Hurakan quien fue el encargado de crear y destruir a las dos razas cósmicas previas a los actuales "hombres y mujeres de maíz". Esta constelación para los mayas era Hunyenal o el dios del maíz tierno para los mayas, aquel que fue rescatado por los gemelos divinos Hunahpú e Ixbalanque dando conclusión a la obra de los dioses creadores.
En esta imagen infrarroja de puede apreciar la vía láctea y constelación de Orión atravezada por la línea del Ecuador Celeste que pasa ya muy cercana a la estrella de hurakan y que coincidirá con la misma en el año 2664, casualmente cuando la preseción de equinoccios nos lleve a celebrar la entrada de la primera primavera en la constelación de aquarius o Coz el halcón para los mayas. Dicen algunos que será una etapa de esplendor para toda la humanidad, esperemos que tengan la razón. In lakech Ah laken.